Una sonrisa terrible, las mejores promesas
Texto: redacción heineken.es
18.03.05
El grupo valenciano publica un tercer álbum que conjuga la energía del rock con las mejores melodías pop y unos textos con sustancia. Una de las sorpresas más gratificantes de lo que llevamos de temporada.
Comenzaron hace ocho años como dúo con músicos a mano. Ahora, Una Sonrisa Terrible consolidan formación. Son cinco: en la línea defensiva Raúl Tamarit (guitarra) y Antonio Sanz (bajo); en el centro del campo Edu Fort (guitarra); media punta repartiendo balones Dani Cardona (batería); y en la delantera, la voz y guitarra de la capitana Isa Terrible.
Y este despliegue de medios, ¿para qué? Para dar forma a su nuevo trabajo, de nombre Promesas. Tercer disco y tercer sello por el que pasa el grupo, después de 400 ASA (Matarile, 1997) y Paracaídas (Criminal Records, 2002). Promesas son trece canciones guitarreras que cogen del rock lo justo para hacer un fantástico disco de pop. Si en el mundo las cosas se hicieran un poco mejor de lo que se hacen, este disco tendría que estar en una de cada dos casas.
El sonido sale de una máquina perfectamente engrasada, donde cada instrumento está en su sitio y las canciones cabalgan con el ropaje justo. Nada sobra, nada falta. De ahí procede una sutil sensación de desnudez que le va como un guante a unas canciones que en sí mismas son el tesoro del disco.
Su música y su letra. Estamos lejos de un disco de pop liviano, sin más sustancia que la que te hace pasar un buen rato o dar unos saltitos. Aquí Una Sonrisa Terrible concatena una ristra de canciones con melodías precisas y nada evidentes, que consiguen revolverse en sí mismas para impactar sin perder el rollo pegadizo (esa cualidad que tan bien se ve en Alaska o los mismos Planetas, sin que el sonido se parezca a ellos).
Si a esos hallazgos melódicos –escuchen Te Llamaré o Buen Final, geniales- le unimos unos textos que son verdaderas “panorámicas de un mundo interior” (como canta en Galavisión), el asunto se pone serio. Isa Terrible es la responsable de unas letras de gran poder revelador, que transmiten con sorprendente sencillez vivencias arrugadas en el interior de su vida cotidiana.
Que escuchen los hombres y mujeres de poca fe: “Casi no puedo dormir y me despierto más temprano cada día, con una alegría que hasta hace poco yo desconocía. Y he vuelto a vivir en el momento justo en que creí que me moría, me recuperé abriendo puertas que un día cerré” (Sí...).
Esperen que hay más: “Hasta luego, no os preocupéis por mí. Me quedo así, mirando quién sangra primero. Si os digo adiós no es un simple hasta luego. Si os digo adiós es que no quiero volver a veros” (Hasta Luego). Y así, cada canción un episodio contado desde la honestidad, el riesgo y la aventura de querer y... poder o no poder.
El grupo está de gira. Lo encontrarás estos días y en estos lugares:
18/03 Totana –Murcia- (Latino)
19/03 Albacete (Hi Fi)
01/04 Cartagena (Underground)
21/04 Burgos (Carmen 13)
22/04 Aranda de Duero (La Tramoya)
28/04 Toledo (Pícaro)
29/04 Madrid (Barbarella)
Jesús Miguel Marcos
Y este despliegue de medios, ¿para qué? Para dar forma a su nuevo trabajo, de nombre Promesas. Tercer disco y tercer sello por el que pasa el grupo, después de 400 ASA (Matarile, 1997) y Paracaídas (Criminal Records, 2002). Promesas son trece canciones guitarreras que cogen del rock lo justo para hacer un fantástico disco de pop. Si en el mundo las cosas se hicieran un poco mejor de lo que se hacen, este disco tendría que estar en una de cada dos casas.
El sonido sale de una máquina perfectamente engrasada, donde cada instrumento está en su sitio y las canciones cabalgan con el ropaje justo. Nada sobra, nada falta. De ahí procede una sutil sensación de desnudez que le va como un guante a unas canciones que en sí mismas son el tesoro del disco.
Su música y su letra. Estamos lejos de un disco de pop liviano, sin más sustancia que la que te hace pasar un buen rato o dar unos saltitos. Aquí Una Sonrisa Terrible concatena una ristra de canciones con melodías precisas y nada evidentes, que consiguen revolverse en sí mismas para impactar sin perder el rollo pegadizo (esa cualidad que tan bien se ve en Alaska o los mismos Planetas, sin que el sonido se parezca a ellos).
Si a esos hallazgos melódicos –escuchen Te Llamaré o Buen Final, geniales- le unimos unos textos que son verdaderas “panorámicas de un mundo interior” (como canta en Galavisión), el asunto se pone serio. Isa Terrible es la responsable de unas letras de gran poder revelador, que transmiten con sorprendente sencillez vivencias arrugadas en el interior de su vida cotidiana.
Que escuchen los hombres y mujeres de poca fe: “Casi no puedo dormir y me despierto más temprano cada día, con una alegría que hasta hace poco yo desconocía. Y he vuelto a vivir en el momento justo en que creí que me moría, me recuperé abriendo puertas que un día cerré” (Sí...).
Esperen que hay más: “Hasta luego, no os preocupéis por mí. Me quedo así, mirando quién sangra primero. Si os digo adiós no es un simple hasta luego. Si os digo adiós es que no quiero volver a veros” (Hasta Luego). Y así, cada canción un episodio contado desde la honestidad, el riesgo y la aventura de querer y... poder o no poder.
El grupo está de gira. Lo encontrarás estos días y en estos lugares:
18/03 Totana –Murcia- (Latino)
19/03 Albacete (Hi Fi)
01/04 Cartagena (Underground)
21/04 Burgos (Carmen 13)
22/04 Aranda de Duero (La Tramoya)
28/04 Toledo (Pícaro)
29/04 Madrid (Barbarella)
Jesús Miguel Marcos
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