Una Sonrisa Terrible
Pop tres delicias
Texto:
Jam Albarracin
28/03/2003
Tengo vecinas que son medio ocupas / llegan a casa y el techo
retumba / todas vocean, no me molesta / las prefiero al silencio de mis ideas». Tal que así se abre La casa ocupada, una de las 13 canciones incluidas en Paracaídas (Criminal, 2002), el segundo largo de Una Sonrisa Terrible (UST), singular grupo valenciano encabezado por Isa Terrible –con el apoyo de Dani Carmona–, que factura una suerte de pop íntimo y de gran belleza. Esta noche lo presentan en Jumilla.
Su pop podría calificarse como exquisito y un tanto naif, entendido el término nunca como sinónimo de ingenuo, sino al modo de los pintores de dicha corriente: lindos formal que no emocionalmente. «Sí. Preferimos no sobrecargar ni los textos ni la música. En la mayoría de los temas preferimos resumir a extendernos.
Cuando contamos lo que queremos se acaba la canción. Nuestras canciones son como la comida china, con muchos colores y con salsa agridulce», señala Isa, la vocalista, guitarrista y compositora de UST.
En 1997 publicaron su debut-álbum, el más oscuro 400 ASA, un disco que coleccionó elogiosas críticas, bonitos recortes de prensa para guardar junto al olvido. «A mí me gustan mucho los dos, disfrutar uno u otro según en que momento. 400 ASA es un poco más difícil, mas parco. Paracaídas es como más dulce, más elaborado». De acuerdo, donde antes predominaba la penumbra ahora dejar entrar unos tenues -tanto como cálidos- rayos de melódico sol que le sientan francamente bien. También se adivina como un trabajo más logrado, con el trayecto ideas-realización abandonando el Talgo para viajar en Cercanías. Cinco años dan para mucho. «En realidad el grupo no ha parado. De hecho tenemos prácticamente preparado un tercer trabajo, el que acabamos de editar está grabado desde hace dos años, lo que pasa es que estuvimos buscando discográfica. Hasta que hemos dado con la apropiada, Criminal Records. Más que cambiar, hemos evolucionado. Hemos aprendido a trabajar las canciones y a reproducir cada una de las ideas para finalmente plasmarlas tal y como queremos en nuestro propio estudio».
Tiempo vivo en el que han tenido espacio para participar en discos de homenaje a Alaska (con una acertada versión de Falsas costumbres) y a 091 (con la arriesgada pero no tan lograda adaptación de La Torre de La Vela), como tiempo atrás lo hicieran con Burning, poco antes de que Pepe Risi, quien participó en la grabación, nos abandonara definitivamente. «Cuando hacemos una versión la tratamos como si fuese una canción más de nuestro repertorio. Creo que La Torre de La Vela es una de las que tienen ese toque naif más acentuado. 091 es un grupo que me ha gustado siempre, al igual que Alaska y Dinarama».
Lo de Burning está más alejado en el tiempo, pero dejó huella en Isa Adorable, digo Terrible.
«Sé que puede parecer extraño porque aparentemente estamos alejados, pero has puesto el dedo en la llaga. Risi fue uno de mis guitarristas preferidos y me pareció un tío increíble. En realidad Una Sonrisa Terrible partió a raíz de esa versión».
Las canciones de Paracaídas adquieren su verdadero significado gracias a unos textos («Voy a abrir ese viejo paraguas / por donde resbalan tus frases amargas») inusualmente interesantes, a medio camino entre una especie de realismo costumbrista -con el desamor liderando- («O bien me acabaré quitando de en medio / para que puedas presumir de chico solitario») y un toque fantástico («Está lloviendo otra vez / me vienen piedras del revés»), con continuas alusiones al vuelo («Y estaré volando por las avenidas / cruzándolas sin mirar»). Con el permiso del señor Carpentier, podríamos hablar de Costumbrismo Mágico o al menos Alterado. «Creo que en esta vida es fundamental saber volar. No se puede dejar de soñar. Mi vuelo siempre tiene relación con la música, es mi escape. El disco habla de experiencias, de la noche, del día a día, de las alegrías, de las decepciones».
Un disco que debiera ubicar definitivamente a Una Sonrisa Terrible en la zona caliente del pop español y en cabeza de una escena valenciana que «goza de buena salud en cuanto a grupos se refiere: Doctor Divago, Los Magnéticos, Kindergarten, Toni Gominola y Los Impostores, Gas y grupos nuevos como Serpentina o Vida en Marte. En cuanto a infraestructura el tema es nefasto». Pues menos mal que existen Paracaídas, porque me temo que el pop independiente nacional empieza a atravesar una racha de vuelo un tanto (post) bajo.
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